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Thonet, un nombre una garantía

Las sillas Thonet siguen siendo famosas en todo el mundo, sinónimo de calidad, pero al mismo tiempo de sofisticación y elegancia en las formas.

Muy solicitadas, no es difícil encontrarlas en locales con un mobiliario cuidado o en refinadas viviendas privadas.

El éxito de la producción Thonet alcanzó su punto máximo entre la segunda mitad del siglo XIX y el principio del siguiente, constituyéndose como la base de una nueva concepción del mobiliario. La idea proviene de Michael Thonet, un ebanista austrohúngaro que comenzó su actividad en 1819 en un pequeño taller, donde se especializó en suelos de parquet y en decoraciones en muebles tradicionales.

Algunos ejemplos de sillas de producción Thonet, vía wikiwand.com

A partir de 1830, Thonet inició experimentaciones sobre la curvatura de la madera, un método de trabajo que caracterizó la producción de las décadas siguientes.

Entre 1841 y 1842 obtuvo la patente de este sistema de trabajo en varios países europeos, como Francia, Inglaterra, Bélgica y Austria. El proceso consistía en el uso de una autoclave, exponiendo las piezas de madera al vapor, previamente reducidas a una sección circular. Esto les daba una flexibilidad nueva y amplia, permitiendo moldearlas en formas curvas complejas, con la ayuda de moldes metálicos. Luego, se dejaban secar para fijar definitivamente la nueva forma obtenida.
Desde el principio, Thonet prestó gran atención también a la esencia de la madera utilizada: el haya roja. Este tipo de madera es compacta y homogénea, garantizando durabilidad y resistencia, y su color claro permite teñirla fácilmente.

Este proceso, iniciado como una experimentación en un pequeño taller, se transformó rápidamente en una verdadera producción industrial. En 1853, Thonet traspasó la empresa a sus hijos, cambiando su nombre a «GEBRÜDER THONET», convirtiéndose así en una empresa consolidada.

El método de trabajo de Thonet se adaptaba bien a las necesidades de las industrias más modernas, especialmente a la necesidad de producir artículos en serie, posible gracias al uso de moldes idénticos.
La producción Thonet también se destacó por ser una de las precursoras en el ensamblaje de artículos. Las diversas piezas salían de la fábrica y luego se montaban en los showrooms o por el propio cliente. Este innovador método fue la base de la capacidad exportadora de la empresa. La posibilidad de transportar más fácilmente sus artículos permitió a los Thonet abrir puntos de venta no solo en las principales ciudades europeas, sino también en Rusia (San Petersburgo y Moscú) e incluso en América, en Nueva York y Chicago. Pero la producción Thonet era especialmente apreciada por la sofisticación que demostraban sus artículos, con formas sinuosas y aireadas que se adaptaban bien a las nuevas demandas estéticas.

Son famosos los catálogos GEBRÜDER Thonet realizados entre los años 70 y 80 del siglo XIX. Aquí se muestra la gran heterogeneidad de la producción, que no se limitaba solo a las sillas, sino también a otros tipos como sillones, mesas o percheros. Los catálogos muestran una amplia gama de propuestas, con varios modelos que podían modificarse y personalizarse.

Las protagonistas de nuestro Classic Monday, dos sillas Thonet, son un ejemplo excepcional en este sentido, una rara versión del modelo n. 233 cuya particularidad era que los reposabrazos estaban integrados en el respaldo.

Coppia di Sedie Thonet

Esta variante, en comparación con la presentada en el catálogo, tiene el respaldo perforado y, como elemento de gran valor, el asiento revestido de papier pressé imitación cuero, trabajado con un diseño de rombos y florecitas, y fijado con tachuelas.

Silla muy apreciada, se utilizó especialmente como mobiliario en los cafés y aún más como silla de escritorio. Hoy en día sigue siendo muy buscada por su forma característica, que en esta versión adquiere un carácter aún más refinado.

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