El protagonista de nuestro Classic Monday de hoy es un aparador de doble cuerpo. Un mueble muy apreciado por su funcionalidad y versatilidad, ha sido interpretado con diferentes tipos de decoraciones.
La estructura de madera de doble cuerpo de nuestro aparador está adornada con paneles finamente tallados, con volutas y elementos fitomorfos.
En los paneles de las esquinas, el tallado retoma aún un gusto típicamente manierista, con la representación de elementos utilizados en la decoración grotesca. De hecho, se representan delicados pero complejos arabescos foliáceos en los cuales es apreciable el trabajo del cincel del artista.
La decoración de los paneles en el frente y los lados denota, en cambio, una atención al gusto barroco imperante en el siglo XVII. La parte central está dejada a campo lleno, mientras que el tallado se concentra a lo largo del perímetro, donde se representan elementos foliáceos y flores.
También la corona está ricamente decorada y tallada con un estilo barroco, con volutas simétricas, flores y elaborados penachos, que dan movimiento a la silhouette del aparador.
El uso de temas decorativos del siglo XVI también se aplicó a los muebles realizados en el siglo XVII, llegando incluso hasta los primeros años del siglo XVIII.
Una sacristía muy similar a nuestro aparador de doble cuerpo está fechada alrededor de 1715. Se trata de un mueble atribuido al tallista Giovanni Marchiori para la iglesia parroquial de Caviola (Belluno).
Nuestro aparador presenta una decoración tallada similar a esta, pero el estilo ligeramente más arcaico permite quizás anticipar la datación, situándolo entre finales del siglo XVII y principios del XVIII.
Un diseño tan fino pero al mismo tiempo sinuoso debía requerir necesariamente una gran habilidad manual, pero también un conocimiento de la materia prima. La presencia de vetas y nudos hacía más difícil el trabajo del artesano, quien debía conocer la esencia de la madera con la que estaba trabajando.
Es posible vincular el aparador con la amplia producción de muebles de la región veneta, en particular con la producción bellunesa, gracias a los posibles paralelismos con la fabricación de muebles de esta área geográfica.
En el Museo Cívico de Feltre se conservan varios ejemplos de muebles de madera tallada. Entre ellos, un aparador de nogal macizo y, sobre todo, un canterano decorado con arabescos fitomorfos. Este elaborado motivo ornamental presenta una ejecución similar a la de nuestro mueble, con finas volutas en relieve y los claros signos de la buriladura.
Este particular trabajo de la madera, adoptado también en nuestro aparador, enriquece el efecto decorativo, gracias al contraste que se crea entre las superficies lisas y las trabajadas, animando aún más la decoración tallada.