Historia y difusión
Hoy hablaremos de la técnica de trabajo “a commesso” nacida y desarrollada en el siglo XVI en el centro de Italia y luego extendida por Europa.
Una de las ciudades que se dedicará más a fondo a la producción de mesas de commesso es Roma, ciudad en la que la tradición marmórea siempre ha estado presente, y que verá el reciclaje de mármoles y hallazgos arqueológicos y la recuperación de técnicas antiguas como el opus sectile utilizado principalmente para decorar, con piedras policromadas, suelos y revestimientos murales.
También Florencia, sede del taller de las Pietre Dure instituido por Ferdinando I de Medici, trabajará en la adaptación de estas técnicas, con el objetivo de crear objetos preciosos, mesas y escritorios con incrustaciones de piedras y materiales nobles. La técnica decorativa “a commesso”, literalmente “poner juntos”, será continuada desde el siglo XVI en adelante, volviendo a estar de moda en los siglos XVIII y XIX durante la difusión del fenómeno de los Grand Tour.
Algunos ejemplos de nuestro catálogo
En estos viajes por las ciudades italianas, los jóvenes miembros de las familias nobles europeas aprenderán historia, literatura y sobre todo arte clásico y, al finalizar estos tours, comprarán mesas, como la propuesta en nuestro catálogo Di Mano in Mano, como souvenir para exhibir en sus casas familiares.
La técnica a commesso se destinará solo a partes específicas de los muebles, como, por ejemplo, el tablero de mesas cuya estructura es realizada por artesanos de otros talleres o países y luego ensamblada para formar la mesa completa, como en este caso en el que el tablero es toscano, mientras que la estructura es de manufactura inglesa.
El tablero multicolor con varias tonalidades de piedras y mármoles puede ser decorado con un diseño a tablero de ajedrez rodeado por varias formas geométricas e incrustado en una estructura de madera exótica que descansa sobre pies moldeados y ranurados, como el ejemplar anglo-toscano mencionado anteriormente. Otro ejemplo es el ejemplar inglés atribuido a Amic Hotton, con un tablero en commesso con ajedrez policromado dentro de motivos florales, apoyado sobre una base cuadripartita de madera tallada con elementos zoomorfos y pies ferinos.
Un último ejemplo es el ejemplar napolitano, cuyo tablero se caracteriza por un diseño más ondulado y elaborado, que en este caso representa un jarrón con ramo de flores sobre el que se posa una paloma. El soporte está formado por un tronco con ramas completamente doradas.
La llamada “pintura de piedra” implica la trabajo de mármol y piedras duras que se cortan con hilo metálico, formando pequeñas losas coloreadas que siguen las formas onduladas presentes en el diseño preparatorio. Posteriormente, se ensamblan entre sí para formar motivos decorativos que recuerdan la técnica del intarsio sobre el tablero, con una representación de sombras y tonalidades comparable al uso de colores en pintura.
A diferencia del mosaico, las pequeñas secciones de color no se moldean como teselas para ser unidas entre sí. Al igual que en el proceso del intarsio de madera, se modelan directamente como pequeños elementos que, encajando con los demás, forman pequeñas partes completas de un diseño grande.