By Nicoletta
La duodécima editorial de nuestro viaje es Arnoldo Mondadori editore.
La marca es el elemento principal y fue creada por la unión de las primeras letras de Arnoldo Mondadori, el fundador de la editorial. La marca fue codificada en 1969 por el diseñador holandés Bob Noorda al final de una larga evolución iniciada en los años veinte.
La historia de la editorial Mondadori es una parte significativa de la historia de Italia en el siglo XX.
La actividad editorial comienza en Ostiglia, en la provincia de Mantua, en 1907.
Su primera publicación es una revista “popular-educativa”, ¡Luce!. En 1911 Arnoldo conoce a Tomaso Monicelli (padre del famoso director de cine Mario Monicelli) y juntos fundan «La Sociale», una etapa inicial de lo que luego se convertirá en la editorial Mondadori. Arnoldo y Tomaso comienzan a trabajar en una colección editorial dedicada a los niños en edad escolar, con el objetivo de publicar libros educativos, es decir, lecturas complementarias a los textos escolares.
En 1912 publican su primer libro, Aia Madama, una colección de relatos escritos por Monicelli, a la que al año siguiente se añade El pequeño caminante, escrito también por Monicelli. La colección se llama «La Lampada».
Es una colección de pequeños volúmenes para niños, ilustrados magistralmente por los maravillosos dibujos de Antonio Rubino, Bruno Angoletta y Filiberto Scarpelli. En los años de la guerra «La Lampada», junto con algunos volúmenes aislados de teatro y dos o tres obras fuera de colección, constituyó la totalidad de la producción de Mondadori.
En total, durante los quince años de vida de la colección, continuará publicándose hasta 1927. Se publicaron setenta y seis volúmenes, mientras que la nueva serie, no numerada, incluye trece títulos, de los cuales algunos son simples reediciones.
Durante los años de la Primera Guerra Mundial, Arnoldo Mondadori tiene la idea de una revista ilustrada para las tropas en el frente.
Lanza La Tradotta, que tiene un buen éxito. La Tradotta se complementa con La Ghirba, en la que contribuyen pintores y escritores famosos como Soffici, De Chirico y Carrà.
Simultáneamente amplía la actividad editorial publicando nombres importantes de la narrativa nacional. En 1917 traslada su establecimiento a Verona, donde compra la imprenta Gaetano Franchini y a finales de 1919 abre la nueva sede administrativa en Milán.
Los años veinte son un periodo de crecimiento intenso.
En 1921 Mondadori logra llegar a un acuerdo con el industrial Senador Borletti que garantiza tanto un acceso más estable al crédito como una relación orgánica con las nuevas clases políticas del naciente poder fascista. El 31 de mayo de ese año, Borletti, quien había entrado en la sociedad con un importante aporte de capital, se convierte en presidente de la nueva Arnoldo Mondadori Editore con sede en Milán, de la que Mondadori mismo pasa a ser consejero delegado. Borletti ocupará la presidencia hasta 1939, año de su muerte.
En 1920, comienzan las publicaciones de «Le Grazie», que continuarán hasta 1924. Representa la primera colección de narrativa realizada por Arnoldo Mondadori que marca la entrada oficial en el mercado nacional del libro. «Le Grazie» nacieron del encuentro entre Arnoldo Mondadori y Virgilio Brocchi, uno de los escritores más leídos en esos años, quien contribuyó a incluir en el catálogo de la colección autores como Marino Moretti, Alfredo Panzini, Corrado Govoni, Ada Negri, etc.
En 1926 nace otra prestigiosa colección, «Le scie», que sigue activa, iniciada por Enrico Piceni, entonces jefe de prensa de la editorial.
Siempre en ese mismo año se publica también la colección «Romanzi», que continuará hasta 1945, en la que se incluirán los autores más importantes de la época: Virgilio Brocchi, Massimo Bontempelli, Giuseppe Antonio Borgese, Annie Vivanti, Liala, Sibilla Aleramo, Filippo Tommaso Marinetti, Antonio Fogazzaro, Luigi Pirandello, Giovanni Verga, etc.
Otra exitosa iniciativa fue la creación de la colección «I libri Gialli». Durante los trece años de vida de la colección, que desaparecerá en 1941, se propusieron casi todos los mayores autores del género, como R. L. Stevenson, Agatha Christie, A. K. Green, A. E. W. Mason, etc. A partir de los años 30, la actividad de Mondadori se concreta con la publicación de una serie de importantes colecciones, algunas de las cuales representan el verdadero comienzo de la política editorial popular que Arnoldo había pensado desde sus inicios. Así nacen «I Libri Azzurri» (1930-1936), que proponían, a precios populares, las obras de los autores más importantes de Italia, dirigidos por Lorenzo Montano.
Vió la luz otra colección «I libri Verdi» (1932-1941) que marcará una profunda revolución en el ámbito editorial. Estos libros tendrán la ventaja de costar pocas liras y ser accesibles para los estudiantes de la época.
Siempre en esos años también salieron la «Biblioteca Romántica» (1931 -1942) y «Los Romanos de la Palma» (1932 -1943), una colección que anticipaba el papel que luego desempeñaría la «Medusa» en la literatura extranjera contemporánea. Es importante subrayar que la elección de las obras a publicar estaba confiada a un pequeño grupo de especialistas en literaturas modernas (Lavinia Mazzucchetti, Enrico Piceni, Giacomo Prampolini, Cesare Giardini, Fernando Palazzi), acompañados de un librero, un periodista, una estudiante, un joven licenciado y un profesional.
Posteriormente, tras arrebatar los derechos a la editorial Bemporad, Mondadori publicó también «Todo el Teatro de Pirandello» (1933 -1938) y en el mismo año salió la nueva colección de los «Gialli Economici» (1933 -1942) que consiguieron un gran éxito popular para el género policiaco, ya experimentado con la serie anterior de «Los libros amarillos». Esta colección fue luego tomada como modelo, en la inmediata posguerra (1946), para la realización de «Los libros amarillos Nueva serie», que luego continuaron con el nombre más conocido de «Gialli Mondadori» hasta el día de hoy.
A partir de 1933, el catálogo de la editorial sufrió un profundo cambio con la masiva inclusión de la narrativa extranjera contemporánea en la producción mondadoriana.
Así nació ese año «Medusa» (1933 -1971), ideada por el gráfico Angoletta, que marcó la salida de las novelas de Mauriac, Zweig, Mann, Hesse, Lawrence, Huxley, Gide, Woolf, etc., a las que se añadieron posteriormente autores estadounidenses como Dos Passos, Lewis y Faulkner. «Medusa» fue una idea de la cual nacieron otras iniciativas editoriales de gran relevancia cultural, como los «Cuadernos de Medusa» (1934 -1967) y «Medusa de los Italianos» (1947 -1961). Y después de algunos años de interrupción, la experiencia de esta colección se retomó a finales de los años setenta con la «Medusa Serie ’80» (1979 -1983).
En 1935, en cambio, se firmó el acuerdo para la cesión a Mondadori de la producción disneyana y de la misma revista «Topolino».
Ya editada desde finales de 1932 por la editorial Nerbini de Florencia, pasó bajo la firma de la editorial milanesa y este acuerdo marcó el inicio del afortunado vínculo entre Arnoldo Mondadori y Walt Disney.
En 1937 se creó una sociedad para la gestión de la librería Mondadori en la Galería Vittorio Emanuele de Milán.
En 1937 nacía otra importante colección, todavía activa, los «Omnibus», que tuvieron el mérito de ofrecer volúmenes encuadernados que, al combinar la calidad de los títulos con una destacada popularidad en el contenido, se convirtieron en un agradable objeto de lectura y al mismo tiempo en un regalo de particular valor. Los «Omnibus», cuyas espléndidas portadas fueron diseñadas por Giorgio Tabet, tuvieron un gran éxito inmediato.
En el ámbito de las revistas, en 1939 se publicó «Tempo». Una revista ideada por Arnoldo y su hijo Alberto, a la que siguió, en los años de la posguerra, «Epoca».
En 1940, por iniciativa del joven Alberto Mondadori y Arturo Tofanelli, nació «Lo Specchio», una de las más prestigiosas y representativas colecciones de poesía italiana contemporánea, en la que también tuvieron espacio autores judíos, lo que marcó el distanciamiento radical de la casa Mondadori del fascismo.
Durante la Segunda Guerra Mundial, todas las actividades de la editorial y las oficinas de Verona fueron puestas bajo confiscación, las instalaciones fueron desmanteladas en su mayoría y trasladadas a Alemania. La sede de Milán también fue bombardeada y las redacciones se vieron obligadas a refugiarse en Arona bajo el control de los comisarios fascistas. Al final de la guerra, después de regresar de Suiza, donde se había refugiado con toda su familia, Arnoldo Mondadori retomó la dirección de la empresa e inició la fase de reconstrucción.
En los años de la posguerra, Mondadori inicia un proceso de expansión que la llevará a la cima de la editorial italiana. En consecuencia, el 10 de septiembre de 1946, Alberto Mondadori fue nombrado codirector General de la editorial.
Nuevas estructuras societarias, mientras tanto, se irán delineando a partir de los años cincuenta y a través de los nombramientos de los responsables podemos tener una radiografía de la compleja estructura a la que se encaminaba Mondadori. El 27 de noviembre de 1953, de hecho, Sergio Polillo fue nombrado Director de la Presidencia; Alberto Mondadori se convierte en Director General con responsabilidad sobre toda la producción editorial; Giorgio, también hijo de Arnoldo, es Director General con responsabilidad específica sobre la gestión industrial y toda la parte administrativa y financiera del grupo.
En 1958, Alberto inició una actividad editorial personal con la fundación de «Saggiatore».
A principios de los años 60, Mondadori constituyó la Cartiera de Ascoli, de la que AME participa con el 75%, el resto es de la sociedad «Anstaltpresse Anzsyndikat», con el fin de asegurar el suministro de papel.
En 1960, se fundó la sociedad denominada «Club de los editores» para la venta por correspondencia de productos editoriales y se constituyó una empresa denominada «Auguri Mondadori» para la producción y venta de tarjetas y postales de felicitación.
En 1962 se constituyó una nueva sociedad con «Time-Life» para la edición de la nueva revista «Panorama» y en 1965, la cabecera pasaría a ser de propiedad total de AME.
En 1965, precedida por varios programas y una intensa campaña publicitaria, comenzó para Mondadori una aventura que debía modificar durante varios años el rostro de toda la editorial italiana.
Nació la colección de los «Oscar» que, aún viva y en pleno auge, hizo y sigue contribuyendo a hacer la fortuna de la Editorial.
En abril de 1965, por lo tanto, los quioscos de toda Italia fueron literalmente invadidos por pequeños libritos en edición de bolsillo; por 350 liras ofrecían en excelentes ediciones lo mejor de la literatura mundial. Durante los primeros tres años, la colección solo publicó textos de narrativa. Con el paso de los años, los «Oscar» se convirtieron en una verdadera división de la Editorial en la que se fueron articulando diversas subseries, como «Oscar Ensayos», «Oscar Bestsellers», «Oscar Clásicos», etc.
En 1967 se decidió integrar en Mondadori la actividad de El Saggiatore, que, fundada en 1958, había tenido una gestión autónoma hasta 1962, pero esta fusión de hecho no se concretó. Alberto salió de AME y retomó su plena autonomía como editor en El Saggiatore, modificando su razón social a «El Saggiatore de Alberto Mondadori»; pero tuvo que renunciar a su puesto de director general del sector editorial, cargo que asumió Arnoldo.
En 1969 nace una nueva colección, hoy en día una de las más prestigiosas y con un alto perfil cultural, «Los Meridianos». Con la intención de crear una «Biblioteca ideal» abierta a las diversas expresiones de la literatura mundial.
El nombre fue propuesto por Vittorio Sereni al comité editorial presidido por Alberto Mondadori y en «Los Meridianos» se incluyeron y siguen incluyéndose todos los clásicos «contemporáneos».
En los años setenta, la expansión del grupo continúa, tras la adquisición de dos nuevas imprentas en Vicenza y San Donato Milanese. En 1973 se proyectó una nueva fábrica en Cles (TN) y al año siguiente AME se trasladó de la sede en via Bianca di Savoia a la nueva sede en Segrate, donde se encuentra actualmente.
En 1976 nace otra importante colección de Mondadori, «Los Libros Ilustrados», aún activa
Una colección que surge de la nueva función que se le otorga a la imagen, ya no considerada complementaria a un contenido tradicional, sino que se convierte en «texto» en sí misma.
Los años 80 marcarán otro gran avance de AME, que la llevará a convertirse en una de las editoriales más grandes de Italia. En 1982 AME ingresa al sector televisivo a través de «Rete Quattro», que luego fue cedida al grupo Fininvest en 1984.
Estos son los años de las adquisiciones.
En 1983 se adquirió el 50% de «Sperling & Kupfer Editori», en 1984 el 50% de «Ediciones Frassinelli»; en 1985 se adquirió el 51% de «Ediciones Comunità». El 19 de octubre de 1984, Leonardo Mondadori se convirtió en vicepresidente y Franco Tatò fue nombrado director ejecutivo, cargo que dejó en 1986. Al año siguiente, tras la muerte de Mario Formenton, Cristina Mondadori se convirtió en consejera y Sergio Polillo fue nombrado presidente. También en 1986, «El Saggiatore» fue incorporado en AME, pero la marca se mantuvo con los herederos, quienes autorizaron su uso.
En 1988 se adquirió el 50% de «Riccardo Ricciardi Editore S.p.A.» y el 90% de «Serra e Riva Editori S.r.L.»
Durante 1990, AME compró la totalidad de las acciones de ambas editoriales. También en 1988, se fundaron nuevas empresas controladas, como «Mondadori Informatica», que gestionaba las publicaciones PCWeek y Zerouno. En este mismo período se constituyó Elemond, que incorporó la actividad de la editorial Electa, y en el primer semestre de 1989 se configuró la estructura del grupo Elemond. A esta sociedad, que posee la mayoría de Einaudi, AME cedió Arnoldo Mondadori Arte y Arnoldo Mondadori para la Escuela.
A partir de finales de 1989 comienza la escalada del grupo por parte de Fininvest de Silvio Berlusconi. El 25 de enero de 1990, de hecho, Silvio Berlusconi fue nombrado presidente del Consejo de Administración.
En 1993, la marca «El Saggiatore» fue retirada de AME por Luca Formenton y se convirtió nuevamente en una editorial independiente, aún viva y productiva.
Actualmente, la Editorial Arnoldo Mondadori es el grupo editorial más grande de Italia; está formado por más de cincuenta empresas controladas y asociadas, tanto italianas como extranjeras. Las actividades del Grupo están organizadas en cinco sectores: Libros, Revistas y Publicidad, Gráfica, Marketing Directo, Informática y Nuevos Medios.
Podemos decir que Arnoldo sentó las bases, muy sólidas, de este gran grupo editorial. Era un hombre optimista, vital, irónico, autoritario, incansable trabajador, siempre preparado para la batalla y parsimonioso.
Su aventura como editor la hizo a pasos de gigante, pero curiosamente nunca dando uno más largo que la pierna.
«Era una especie de imperativo moral para papá: nunca exagerar, nunca arriesgar, nunca malgastar. Era un hombre de rigor, en todo. En el trabajo, antes de tomar una decisión, reflexionaba mucho. Todo debía hacerse con atención y con parsimonia», escribe su hija Mimma en su libro «Una tipografía en el Paraíso».
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