La palabra de hoy es: mascarón. Vamos a explicar qué es, dónde se utiliza y el antiguo origen de esta decoración de muebles y edificios.
¿Qué es el mascarón?
El mascarón es un elemento decorativo plástico que consiste en un rostro humano o animal con características deformadas y grotescas. Se utilizó tanto en arquitectura como en ebanistería y sus orígenes son muy antiguos.
¿De dónde proviene el mascarón?
Se han encontrado rastros de mascarones en muchas civilizaciones antiguas: tanto en el Lejano Oriente como en el antiguo Egipto, e incluso en las civilizaciones precolombinas de América del Sur. En el ámbito mediterráneo, seguramente, la costumbre de incluir estos rostros inflados y aterradores en las obras arquitectónicas fue difundida por los antiguos griegos. Probablemente, era una imagen que evocaba algunos mitos en los que un héroe cortaba la cabeza de un monstruo, o quizás era la referencia a una máscara utilizada en rituales de exorcismo o en espectáculos teatrales. También se supone que los mascarones presentes en las antiguas fuentes helénicas representaban las figuras de las divinidades vinculadas a los ríos: de hecho, el agua surgía de su boca. Con toda probabilidad, todas estas resonancias contribuyeron a la popularidad de este decorado de gran impacto emocional.
Después de los griegos, fueron los romanos quienes nos dejaron numerosas pruebas del uso de los mascarones no solo en edificios sino también en esculturas y algunos muebles domésticos. El más famoso de todos es sin duda la Boca de la Verdad, una antigua tapa de alcantarilla romana puesta en valor en la Iglesia de Santa María en Cosmedin en el siglo XVII. Durante la Alta Edad Media, esta decoración plástica sufrió un fuerte declive y cayó en desuso, volviendo gradualmente a ser popular a partir del periodo románico y, con aún más fuerza, en el gótico. Sin embargo, fue en el Renacimiento cuando la recuperación consciente y estudiada de modelos antiguos llevó a una amplia difusión de estas formas. Posteriormente, el deseo de originalidad que también impulsó el nacimiento del nuevo estilo Barroco llevó a estas figuras a una evolución hacia lo caricaturesco y, por lo tanto, si era posible, aún más grotesco. El auge de este proceso llevó a los mascarones a convertirse en elementos no solo decorativos sino autónomos y estructurales en fuentes, arcos, portones, ventanas y tímpanos.
Los mascarones en ebanistería
Mascarones de metal o de madera tallada se utilizaron abundantemente en los muebles italianos del siglo XVI. Estas esculturas o pinturas se encuentran con frecuencia en el centro de las puertas, en los frentes de los cajones, en las molduras de las credencias renacentistas y, en general, en los montantes de muchos muebles y cofres.
Un ejemplo
Entre nuestros productos «selected» se encuentra un hermoso ejemplo de mascarón en un mueble italiano particular fechado justo entre los siglos XVI y XVII. Se trata de un armario toledano de nogal, con chapado en raíz, ricamente decorado. En este excepcional mueble, además de los mascarones, encontramos también otros elementos del diccionario del anticuario, como las cariátides. En su interior, tiene doce cajones pequeños y dos puertas laterales bien enmarcadas con tallas en la raíz de nogal. Todas las decoraciones, ricas y variadas, están inspiradas en la iconografía de las grotescas.
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