El protagonista del Classic Monday de hoy es una secreta de caoba, expresión del gusto veronés del pleno siglo XVIII, realizada en la segunda mitad del siglo.
Las ribaltas realizadas en esta área geográfica estaban, de hecho, caracterizadas por la presencia de “espaldas”, obtenidas mediante la modulación a líneas curvas de la parte superior de los montantes laterales. Este movimiento se repite a menudo también en el frente, que en nuestro caso presenta tres cajones movidos a resorte. Estos están sobrepasados por la ribalta, encuadrada entre las dos espaldas, que esconde un pequeño armario compuesto por seis cajones. De estos, los laterales dan acceso a secretos ocultos por los montantes movidos. Otro secreto es accesible mediante una puerta corredera situada en el plano de la ribalta. La presencia de los llamados secretos, huecos ocultos cuyo mecanismo de acceso está bien disimulado por las componentes del mueble o por la decoración, no era en absoluto inusual. Los artesanos solían realizarlos, y a menudo eran incluso solicitados por los mismos encargantes, con el fin de esconder cartas privadas, joyas y objetos valiosos.
Según el gusto Rococó en su versión veneciana, nuestro mueble a ribalta demuestra una especial atención al cromatismo de las superficies, logrado mediante el uso de maderas especialmente elegidas.
El mueble está, de hecho, embellecido por los marqueterías que destacan aún más sus formas, tanto en el frente como en los laterales. Los ribetes de arce y ciprés, de tonos claros, contrastan con la raíz más oscura utilizada para el chapado. También el uso de esta última madera, particularmente veteada en las espejeadas, contribuye a animar aún más la decoración. La exquisitez del mueble es tal que el motivo ornamental de reservas se repite también en el pequeño armario escondido por la ribalta.
De particular valor, sin embargo, es la marquetería en la parte exterior de la propia ribalta. Dentro de una reserva, dos volutas vegetales se despliegan simétricamente y sirven de apoyo para dos loros posados. Estas aves eran muy frecuentes en las decoraciones, incluso en frescos de grandes palacios, como animales elegantes pero sobre todo por su carácter exótico, muy apreciado.
Nuestro mueble está caracterizado, como ya se mencionó, por una gran atención tanto en la construcción como en la realización de los detalles.
Los cajones están hechos con tablillas sólidamente consolidadas por la franja superior y el fondo, lo que indica un gran conocimiento de las prácticas constructivas, sin duda el trabajo de un hábil artesano. También son de gran valor las cerraduras, de hierro forjado, grabadas en la parte trasera con un motivo de rombos.
Las comparaciones posibles con los muebles de producción veronesa, pero también el recuerdo lejano de los muebles de producción trentina, caracterizados por una presencia más rígida y masiva, permiten afirmar que nuestro mueble a ribalta fue producido en el alto veronés, en un territorio cercano a la frontera con la vecina Trento. Los muebles trentinos, sin embargo, se caracterizan por formas más cuadradas y toscas, no completamente evidentes en el nuestro, pero que inevitablemente influyeron en su realización.