Los asientos y el nacimiento del diseño
By Giulia A.
Antes del diseño
Imaginen estar en una sala completamente vacía. Sin muebles, paredes blancas, ventanas abiertas a la densa neblina de la “schighera” (esa neblina impenetrable típicamente lombarda). Este vacío espantoso es la antesala de un nuevo comienzo: la época del diseño. De esto les hablaremos en una pequeña columna por episodios dedicada a los asientos.
Los escombros de la Segunda Guerra Mundial todavía están humeando, y el recuerdo de aquellos años difíciles aún es muy vívido, pero la neblina comienza a despejarse y a revelar nuevas e inesperadas posibilidades. En este nuevo horizonte, los italianos redescubren la comodidad y la posibilidad de sentirse nuevamente a gusto, acogidos por sillones y sofás. ¿Sofás? Sí, lo entendieron bien, esta nueva fase comenzó también gracias a los sofás, que se convierten en uno de los símbolos del cambio que llega con la reconstrucción y el auge económico.
Por primera vez, muchas personas pueden beneficiarse de nuevo bienestar y el mobiliario se convierte en el signo tangible de la tranquilidad recuperada y la posibilidad de finalmente mimarse con materiales elegidos y refinados. En las salas llegan sofás y sillones que transforman la casa en un lugar más acogedor y agradable. Sí, es así, incluso los muebles contribuyeron a llenar de calor y nuevas esperanzas las casas y las vidas de los italianos. De todas las formas y colores respondiendo a una sola palabra clave: funcionalidad, y es una verdadera conquista.
La época dorada del diseño
La época entre los años 50 y 70 dio un gran espacio a la experimentación y a la creatividad en las formas y los materiales. En estos años, se asiste a una floración de las excelencias del diseño italiano y una producción artesanal de altísima calidad. En este primer episodio les contamos sobre los pioneros de esta fase, los diseñadores geniales y sus creaciones icónicas que transformaron aquella época y la manera de concebir los asientos, creando verdaderas obras de arte hoy expuestas en los museos.
No se puede olvidar el sofá D70, diseñado por Osvaldo Borsani para Tecno: funcional y elegante, el sofá cama de alas móviles, con un respaldo regulable que puede adoptar cualquier inclinación, fue presentado en la Triennale en 1954 y sigue siendo en la actualidad un preciado ejemplo del diseño industrial.
Otro ejemplo de excelencia es el sofá Camaleonda de Mario Bellini. Expuesto en el MOMA por la originalidad de su estructura experimental y modular que permite recombinarlo y adaptarlo en nuevas configuraciones en el espacio. Pero más que en los museos, es interesante observar los sofás y sillones en su entorno natural, las salas y salones realmente vividos. Y aún más fascinante es regresar a los orígenes para descubrir que a veces estas creaciones artísticas nacen en fábricas.
La colaboración entre diseñadores y fabricantes entre los años 50 y 70
Nos trasladamos de las galerías de arte a la laboriosa Brianza, donde empresas históricas como Cassina y Artflex han sido protagonistas de esta transformación. Es en el ambiente manufacturero donde se ha realizado el diálogo entre diseñadores y arquitectos. La creatividad de grandes arquitectos como Gio Ponti y Franco Albini se encuentra aquí con la sólida experiencia en producción industrial y artesanal de las famosas empresas, dando lugar a colaboraciones creativas para la invención de objetos de mobiliario innovadores que han alcanzado una gran popularidad.
En los años 50, Gio Ponti fue uno de los primeros en experimentar esta nueva realidad, inaugurando una temporada de importantes colaboraciones con la empresa Cassina. La búsqueda del diseñador estaba orientada hacia la simplicidad a través de un estudio cuidadoso de la forma y la selección de materiales modernos y ligeros. El objetivo era llevar la mayor esencialidad y ligereza posible a las casas italianas, para devolver a las personas que salían de los difíciles años de la guerra el apreciado valor de la simplicidad.
De la colaboración con Cassina surgieron asientos que han dejado su marca en el tiempo, como el Distex y el Super Leggera, una increíble creación que se puede levantar con un solo dedo. Detrás de esta silla hay una historia de experiencia, pasión y un trabajo cuidadoso para alcanzar la ligereza.
