Siempre es interesante para los aficionados a la pintura del siglo XX encontrar un evento monográfico dedicado a un pintor cuya obra refleja algunos de los movimientos artísticos más significativos del primer posguerra.
Estamos hablando del evento que la Cooperativa Di mano in mano dedica al pintor de Pavía Primo Carena con la propuesta de 60 obras representativas de los tres grandes ejes de su producción:
- el paisaje,
- la naturaleza muerta,
- la figura.
El vínculo con el campo de Pavía
Nacido en Fossarmato, una aldea de Pavía, el 9 de julio de 1910, primero de seis hijos de un quesero, permanecerá ligado toda su vida a los paisajes de la campiña pavese y a la sencillez de una pintura “libre de estructuras cerebrales, lejos de las posiciones de la Vanguardia por elección estilística, no por falta de cultura” (cit. *Simona Morani, Primo Carena – Ediciones Bolis).
Formado en la Escuela Cívica de Pintura de Pavía, su producción inicial se ve influenciada por la forma post-macchiaiola de su Maestro Kiernek, con su pintura de grandes pinceladas y un tonalismo vinculado a las gammas naturales.
El encuentro con la pintura del siglo XX en Milán
Llega a Milán en 1936 y rápidamente comienza a frecuentar el mítico bar Jamaica en la calle Brera, donde conoce a importantes exponentes de la pintura del siglo XX como Carrà, Tosi, Campigli, Manzù.
Todo esto influye en su estilo, pero solo en lo que entra en su peculiar búsqueda artística, en un continuo diálogo e integración entre compromiso riguroso y una constante vena intimista: cambia la paleta de colores, la técnica pictórica pasa a velos de color sutiles, la producción se enriquece con cuadros de una atmósfera suspendida típica de la época, y en los paisajes surge una construcción volumétrica más rigurosa.
También es significativo su encuentro con el movimiento Chiarista, tal vez más cercano a su lirismo natural. Las dos tendencias encuentran una síntesis más madura en la producción de los años 40, para llegar, en los años 50, a un redescubrimiento del clasicismo entendido como un estudio del dibujo y la línea, a través de una producción significativa de retratos y de cuadros con temas mitológicos.
La vena intimista: su rasgo distintivo
Dentro de su vasta producción, desde los años 30 hasta sus últimos cuadros en los años 80, destaca un constante: una poderosa vena intimista. Desde sus primeros pasos en Pavía, todas las búsquedas y contactos con las corrientes pictóricas contemporáneas se desvanecen en la coherencia esencial de una vena intimista cargada de lirismo.
En sus cuadros, Carena siempre pone en el centro la evocación de momentos de vida en los que el dato objetivo se carga de significados evocativos: de aquí se explica la clara prevalencia, entre los temas tratados, de los paisajes y las naturalezas muertas.
Y si para los paisajes es natural la comparación con la producción contemporánea de un Carrà o de un Rosai, si en las naturalezas muertas se encuentra el eco del estilo y las visiones de un De Pisis, queda clara la huella de una búsqueda personal que acompaña toda una vida y que Rossana Bossaglia define sintéticamente como “sencilla pero no simplista, genuina sin ingenuidad”
Todo sobre el evento
Para quienes deseen acceder a la muestra (con entrada libre), aquí están todos los detalles:
- Milán, viale Espinasse 99.
- 2 y 3 de marzo.
- Horario continuado de 10.00 /19.00.
- Contactos: 02 33 400 800, 334 638 48 04, mercatinoespinasse@dimanoinmano.it.
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