Sencillez y funcionalidad del vestuario lombardo entre los siglos XVII y XVIII
Novena cita con el Classic Monday: un armario de principios del ‘700 nos ofrece la excusa para profundizar en el estilo lombardo para este tipo de mobiliario.
Elemento imprescindible también en el mobiliario actual, el armario se va difundiendo cada vez más a partir del siglo XVII; acompañando o sustituyendo otros tipos de muebles como los baúles y tratándose con diferentes métodos según la zona geográfica de procedencia.
En la Lombardía se desarrollan formas menos complejas y artificiales en comparación con las realizadas en otras zonas. En las de Piamonte, Génova o Venecia, donde las formas ostentosas son justificables por la presencia de cortes que también empujan a los privados a emular su riqueza. En Lombardía, por el contrario, el esplendor en los palacios milaneses se encuentra principalmente en las decoraciones murales; el mobiliario mantiene un carácter de modestia, reflejo de la austeridad típica del periodo contrarreformista.
Aunque en su simplicidad, los armarios lombardos del siglo XVII se caracterizan por formas que evocan la estética arquitectónica de los palacios renacentistas urbanos.
La estructura rigurosa y cuadrada recuerda las fachadas, con el marco superior a menudo decorado con dientes de sierra y los pies que sostienen el cuerpo, similares a las ménsulas de las lesenas. También los motivos geométricos encerrados en marcos y tallados en las puertas (normalmente dos) son elementos ornamentales que retoman la disposición arquitectónica de las aperturas en las fachadas, marcadas por una precisa y rigurosa modularidad. Este tipo de armario, aunque típico del siglo XVII, continúa y se adopta también en el siglo siguiente, sobre todo en las zonas periféricas, donde el nuevo gusto tarda aún en llegar o simplemente donde se prefieren estas formas más simples.
El armario lombardo protagonista de este análisis data de los primeros años del ‘700
El no excesivo decorativismo que caracteriza el armario lombardo entre los siglos XVII y XVIII es una de las principales características que aún hoy lo convierte en una pieza de mobiliario muy apreciada también en la decoración de las viviendas actuales.