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Entre silla y obra de arte: la silla Hill House

Penúltima cita de 2019 con el Ícono del Diseño de la Semana: después de la Willow Chair de la semana pasada, es el turno de la Hill House Chair.

El Ícono de esta semana es un producto de ese cruce de estilos y corrientes artísticas que fue Europa entre los siglos XVIII y XIX: se trata de la inconfundible Hill House Chair de Charles Mackintosh.

Recordado como uno de los principales exponentes del Art Nouveau del Reino Unido, Mackintosh creó un estilo muy personal basado en una fusión extraña pero exitosa entre la tradición escocesa, el Secessionstil y las influencias orientales.

Fue un verdadero pionero: creía que el arquitecto no solo debía diseñar los edificios, sino también amueblar sus interiores hasta el más mínimo detalle, anticipando lo que más tarde sería la figura del diseñador.

Hill House, Charles Rennie Mackintosh, 1902-1904, Helensbourgh, Escocia

Nuestra Hill House Chair nació como una pieza de mobiliario diseñada y creada a medida para la famosa Hill House. Esta magnífica casa fue construida para el editor Walter Blackie entre 1902 y 1904 en Helensburgh y puede considerarse tranquilamente la obra maestra de Mackintosh.

Para realizarla, el arquitecto pasó mucho tiempo con la familia Blackie estudiando y comprendiendo sus necesidades y hábitos. La vivienda y su mobiliario debían ser perfectamente funcionales para la vida de sus habitantes; una vez resueltos los aspectos más prácticos, se podía pensar en las cuestiones estéticas. Mackintosh y su esposa, talentosa arquitecta y artista, diseñaron los interiores hasta el último detalle (incluso sugiriendo qué tipo de flores podría poner el propietario en los jarrones…)

Hill House Chair, Catálogo Cassina

La célebre Hill House Chair es una pieza única en su género: se asemeja más a una obra de arte que a una silla.

Realizada (en su época) artesanalmente en nogal ebánico, su peculiaridad es sin duda el respaldo. Altísimo, cuadrado, de barrotes, con la parte superior a modo de enrejado.
Con esta obra, Mackintosh se aleja decisivamente del naturalismo floral, adoptando un estilo lineal y geométrico inspirado en el diseño japonés. La tradición occidental veía (y ve) el mobiliario como una forma de mostrar la riqueza del propietario; Mackintosh admiraba, en cambio, la sobria mesura oriental, las formas simples, los materiales naturales.
Precursor del movimiento modernista, Mackintosh nunca renunció al ornamento. Se destacó por un estilo híbrido y ecléctico en el que coexisten influencias que parecen irreconciliables. Su fortuna siguió una curva descendente: inicialmente apreciado y aclamado a nivel internacional, luego ignorado y olvidado.
Fue condenado al olvido (en algunos casos al rechazo total) durante varias décadas. Solo en los años 70 su obra fue reconsiderada y reevaluada.

En 1973, la empresa italiana Cassina decidió lanzar la Hill House Chair en su catálogo «I Maestri», devolviendo a Charles Mackintosh al olimpo de los más grandes diseñadores de todos los tiempos.

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