Este episodio de nuestra serie dedicada al color tiene como protagonista el azul. Ha pasado un tiempo desde el último color analizado, y para compensarlo hemos decidido analizar el color más amado en todas sus tonalidades.
El color más amado
Según numerosos estudios, el azul es uno de los colores más amados en el mundo.
Sin duda, uno de los motivos de esta preferencia es que estamos rodeados de azul en la naturaleza, y lo experimentamos desde el nacimiento de nuestra especie. Por el contrario, piensen en el violeta, y cómo su rara presencia en la naturaleza lo convierte en un color efímero, asociado al ámbito espiritual y trascendente.
Los cuatro colores primarios psicológicos
Con este artículo llegamos al tercero de los cuatro colores primarios. Podemos, por lo tanto, empezar a comparar el amarillo, el azul, el rojo y el verde desde el punto de vista de los efectos psicológicos de cada uno (recordando siempre que no son leyes universales, sino guías influenciadas por el contexto y las características individuales).
El azul, como veremos más adelante, es el color que influye en nuestra mente.
El rojo es su opuesto: provoca principalmente reacciones físicas. El rojo aumenta el ritmo cardíaco y puede activar el instinto de «lucha o huida«, la reacción fisiológica innata que se desencadena ante un peligro.
El amarillo, como veremos próximamente, es un color que emociona porque actúa sobre el sistema nervioso y, psicológicamente, es el color más fuerte.
Finalmente, el verde es el color del equilibrio y la armonía. Se opone a la fisicidad del rojo y al intelecto del azul. El verde se encuentra en un equilibrio entre la mente (azul), el cuerpo (rojo) y el yo emocional (amarillo).
El azul era considerado un color femenino
Como ya hemos visto al hablar del rojo, en el pasado el azul era considerado un color femenino. Este dato puede sorprender, pero una vez explicado, todo parecerá lógico.
A principios del siglo XX, cuando los niños comenzaron a vestir de colores, el azul se consideraba más adecuado para las niñas que el rosa. El rosa, siendo un rojo atenuado, estaba asociado a cualidades como la fuerza y la acción, tradicionalmente relacionadas con esferas de poder y guerra (masculinas). El azul, por otro lado, como color calmante, tranquilo y reflexivo, se asociaba más fácilmente con el ámbito femenino.
Los significados positivos y negativos del azul
Como mencionamos antes, el azul influye en nuestra mente. Y, como hemos visto con otros colores, sus significados pueden ser positivos o negativos dependiendo de su tonalidad o el contexto en que se utiliza.
Cuando el azul se vuelve demasiado invasivo, aparecen sus efectos negativos. Los más comunes son el desapego emocional, la frialdad y la insensibilidad. En Occidente, el azul está asociado a la tristeza y la depresión, a sentirse decaído. «Feeling blue» en inglés es una expresión común que significa estar desanimado, literalmente «sentirse azul».
El azul también puede influir negativamente en nuestro apetito: piensen en una fresa o un trozo de pan azul. ¡Muy probablemente les producirá náuseas! Este «fun fact» está relacionado tanto con los significados psicológicos del azul como con su casi total ausencia en el ámbito culinario, al menos hasta tiempos recientes.
Pasemos ahora a los aspectos positivos del azul. Debido a que podemos percibir muchas tonalidades de azul (por estar tan presente en la naturaleza), sus significados simbólicos son igualmente variados.
Las cualidades positivas del azul están asociadas a estados de tranquilidad, reflexión y serenidad. Nos aporta claridad y facilita el razonamiento lógico.
El celeste es un color ideal para relajarse, mientras que el azul más intenso aumentará la concentración. El turquesa es un tono revitalizante, que evoca el agua cristalina de un arroyo, y transmite la misma sensación de despertar vital.
El azul en la vestimenta
En general, el azul comunica integridad y honestidad, por lo que es ampliamente utilizado por las grandes empresas para los uniformes de sus empleados que están en contacto con el público, ya que les da un aspecto serio y autoritario sin ser inaccesibles.
El azul oscuro transmite un cierto grado de conservadurismo, mientras que el azul claro favorece la apertura a un diálogo amistoso y relajado. También en los uniformes escolares, el azul es una excelente opción porque, dependiendo del tono, puede ayudar a la concentración, la apertura mental y un intercambio de ideas constructivo.
En general, el azul debe usarse en sus tonos más claros cuando queremos lucir o sentirnos cordiales y amigables, y transmitir una sensación de calma a nosotros mismos y a los demás. El azul oscuro debe usarse cuando el objetivo es parecer autoritario, bien informado. El turquesa, por otro lado, facilita la comunicación y el intercambio de ideas, y, en cierto sentido, la creatividad.
El azul, sin embargo, debe evitarse cuando se trabaja con otros para alcanzar un objetivo común: por ejemplo, en juegos de equipo o durante sesiones de team building.
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¡Gracias a todos por leernos hasta aquí y nos vemos en el próximo color!
Bibliografía:
Karen Haller, “El pequeño libro del color”.
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