Colgajo barroco lombardo - Brescia Mitad siglo XVIII
Características
Brescia Mitad siglo XVIII
Estilo: Barroco (1630-1730)
Tiempo: Siglo XVIII / 1701 - 1800 , Siglo XVII / 1601 - 1700
Origen: Brescia, Lombardia, Italia
Esencia principal: Abeto blanco , Ciprés , Nogal , Álamo
Material: Chapa de ciprés , Chapa de Raíz de Álamo , Madera Ébanizada
Descripción
Solapa barroca lombarda en nogal y brezo de álamo, Brescia de mediados del siglo XVIII. Tapa de nogal, frente y costados enchapados en madera de ciprés y nudo de álamo, puerta abatible que oculta un mueble de 6 cajones, 3 cajones más 1 en la banda, montantes con rizo tallado, patas ebanizadas en forma de jarrón. Decorado con característicos azulejos de brezo tallados en nogal y marcos ebanizados. Interior de abeto. Sustitución de los laterales de un cajón y restauraciones.
Condición del Producto:
Producto que por su antigüedad y desgaste requiere restauración y reanudación del pulido.
Dimensiones (cm):
Altura: 122,5
Ancho: 134
Profundidad: 61
Certificado expedido por: Enrico Sala
Información adicional
Estilo: Barroco (1630-1730)
El término deriva del fonema español barrueco o barroco portugués y significa literalmente "perla informe".
Ya hacia mediados del siglo XVIII en Francia era sinónimo de desigual, irregular, extraño, mientras que en Italia el término era de memoria medieval e indicaba una figura del silogismo, una abstracción del pensamiento.
Hemos querido identificar este periodo histórico con el término despectivo barroco, reconociendo en él extravagancia y contraste con los criterios de armonía y rigor expresivo a los que se pretendía volver bajo la influencia del arte grecorromano y del Renacimiento italiano.
Barroco, siglo XVII y siglo XVII eran sinónimo de mal gusto.
En lo que respecta al mobiliario, la libertad ideacional, la necesidad de pompa y virtuosismo dieron lugar a una sinergia destinada a producir obras maestras insuperables.
Los materiales utilizados eran dignos de competir con las historias más asombrosas de Marco Polo: lapislázuli, malaquita, ámbar, marfil, carey, oro, plata, acero, esencias de maderas preciosas y más vistieron los muebles que en términos de forma y La imaginación dio vida virtualmente a las mil y una noches de muchos lugareños poderosos.
Típicas de la época fueron las piezas portantes o accesorias resueltas con motivos de columnas en espiral, claramente inspiradas en el dosel de San Pedro de Bernini, piezas con rica talla escultórica en alto relieve e incluso en redondo dentro de un vórtice de volutas, volutas y espirales, perfiles curvos y quebrados, cimacios agitados por frontones de forma articulada, delantales adornados con ornamentos, ménsulas, contrafuertes y todo lo necesario para animar formas y estructuras.
El Barroco es también el siglo del ilusionismo: lacas y finas témperas invaden muebles y objetos de decoración para imitar los efectos de las vetas del mármol o el juego de las vetas de la fina madera de brezo con el veteado.
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