ARARNO0260836
Cuadro de Mario Sironi
Figura femenina ca. 1950
Temple sobre papel aplicado a lienzo. Firmado abajo a la derecha. En el reverso figura la etiqueta de la Galleria Cadario de Milán, donde se expuso la obra. La obra va acompañada de una autentificación del Archivo Mario Sironi, con número de archivo 4/25: Durante su carrera, Sironi se adhirió a varios movimientos artísticos e incluso fundó uno junto a otros artistas, como en el caso del movimiento Novecento Italiano. A lo largo de los años Sironi fue miembro del futurismo, la vanguardia italiana nacida en 1909 con el famoso manifiesto de Filippo Tommaso Marinetti; después durante un cierto período también estuvo influenciado por el movimiento metafísico, fundado en los años veinte por Giorgio de Chirico, y a partir de los años treinta su pintura abandonó el signo claro de la primera época del siglo XX para atravesar un período expresionista, caracterizado por una aproximación a la figura y una pincelada marcada. La figura femenina siempre ha sido protagonista en las obras de Mario Sironi, representándose paulatinamente de diferentes maneras, siguiendo la evolución del estilo del artista. Esta figura forma parte de la producción de los años 50, en la que Sironi vivía replegado en sí mismo, evitando el reconocimiento e incluso rechazando invitaciones a los eventos más prestigiosos; Es un período de soledad y depresión que, sin embargo, desde el punto de vista artístico resulta por momentos sorprendentemente generativo: a partir de 1942, Sironi recurre a una reflexión metafísica con obras muy heterogéneas, en las que se alternan tonos claros y espátulas oscuras, maniquíes y atmósferas vacías. La obra se presenta en un marco.